El asunto del valor es mucho más que un número al que se le asigna una representación, por ejemplo en pesos, en cantidad, en dólares, en tiempo.
El valor, cuando se habla de inmobiliarias es un largo camino, principalmente se hace de la experiencia, pues no hay universidades de la cual recibirse de inmobiliario.
Es una actividad que suele pasar de padres a hijo, pero cuando no es esa la situación, se vuelve una actividad en la que hay mucho por aprender, y con pocos dispuestos a formar a otros.
Sin embargo hay en el mercado buenos e interesantes libros al respecto, libro que ejerce el sentido común con el mejor de los resultados.
Es esencial en un libro sobre inmobiliarias que ataque desde dos frentes: la práctica y lo formal.
El agente inmobiliario tiene como punto importante en su formación el saber rescatar de la informalidad de la charla una propuesta formal, y debe saber acomodar lo que espera el cliente a su cartera de ofertas y asesorarlo en aspectos como contratos y documentación propia de este tipo de transacciones.
¿Quién no ha tenido la experiencia en un banco de entrar por un trámite y llenarse de desconfianza en la medida que consulta por situaciones extraordinarias?, en los bancos, cada vez más, la práctica del trato con el cliente y evacuación de sus consultas y situaciones que no se comprenden son escasas.
Esto no puede pasar en una inmobiliaria, el agente inmobiliario debe estar preparado para las contingencias las consultas, los problemas que puedan surgir y todo con una gran sonrisa y transmisión de confianza.
Cómo se mide el valor que se obtiene a través de un profesional de características útiles para la transacción inmobiliaria es una de los aspectos valiosos que ofrece una inmobiliaria a su cliente.
Facilitar las situaciones en una transacción tan compleja y cargada de significados como adquirir la casa propia no es sencillo.
Es por eso que es un sector con características muy especiales. Se basa en la confianza y en la experiencia, dos cosas que no parecen poder ir en paralelo, para adquirir confianza hay que haber realizado muchas transacciones y adquirir nombre, y para adquirir nombre es necesario haber contado antes con la confianza del cliente.
En la actividad, al literatura sobre los errores que se pueden cometer en este camino es tan importante como los aciertos.
De manera que no hay que desestimar crear algún banco de datos con un decálogo de cosas que no se deben hacer cuando se es un agente inmobiliario, de ello depende el determinar un valor que no siempre tiene que ver con el valor de una cosa.
No hay fórmula, es experiencia.